Teatro Tuyo

(Cuba)

Los primeros años de la década del noventa del pasado siglo vienen a la memoria como oscuros momentos, precarios días en los que la sobrevivencia era prioridad, por lo que el arte también enfrentó avatares; no se podían sostener las numerosas compañías teatrales y muchos de sus hacedores voltearon la mirada a otras latitudes. Llega así la época de los proyectos, a lo largo y ancho de todo el país aparecieron nuevos núcleos teatrales de pequeños formatos como respuesta a ese fenómeno político – sociocultural.

Las Tunas como parte del país tampoco escapó a la anterior coyuntura, el 15 de enero de 1999 aparece en el panorama teatral tunero Teatro Tuyo – durante sus dos primeros años de fundado se conocieron como Proyecto Piñata – y desde ese momento fundacional sus integrantes apostaron por el clown y aún andan con él a cuestas.

Los espectáculos La fiesta de los payasos, Roba payasos, Juegos y fantasías, En busca del tesoro, fueron sus primeros andares en los escenarios, todos, divertimentos con juegos de participación y donde nacieron los personajes Papote y Revoltosa, también por esa época surgieron otros espectáculos que su base estaba fundamentada en la fiesta participativa y canciones, ejemplos de estos son Con Tonguita de paseo, El Circo de los payasos, Jugar cantando, que igual a los ya mencionados fueron desarrollando las habilidades necesarias para el género. Ernesto Parra y Katia López junto a Ángel Dovale como productor, los fundadores, luego Carlos Arango, Yaíma Guerrero, Héctor Méndez, Yany Gómez, Yuri Rojas y Mandy Mora, después Alex Batista, Magdenis López, Aixa Prowl, Leider Puig, Adrián Bello y Wendy Stuart, todos ellos indistintamente los protagonistas del repertorio que hoy exhibe este grupo ya reconocidos en la escena nacional.

Sus primeros integrantes participaban en los encuentros de clown – Evento Trompoloco – que se desarrollaban en la provincia de Cienfuegos, a los que acudían “payasos” de todo el país. Vista hace fe, y Parra notaba en esa multitudinaria reunión, que el género por el que había apostado no andaba bien, que proliferaba la vulgaridad y el mal gusto, eso lo hizo pensar en una forma de expresión que los separara de tal vicio. El primer intento de lograr un discurso teatral diferente, alejado de la mediocridad y que llevara intrínsecos la tridimensionalidad de divertir, reflexionar y emocionar fue Dos payasos en peligro, seleccionado para presentarse en el Evento Nacional de Humor Aquelarre de 2002, pero aún faltaba la singularidad.

En febrero de 2005, ve la luz Súper banda clown, espectáculo callejero que llamó la atención de los transeúntes por el uso de la extraverbalidad en cada uno de los reprises utilizados, provocándose la inteligencia del espectador, el éxito, descubre la brújula para procesos posteriores, y este espectáculo queda en la memoria como el primero de esos procesos menores, antecesores, que Parra crea para luego organizar producciones grandilocuentes.

Entonces el grupo se enrola en un período que alcanzó diez meses de búsqueda creativa, comprendido por clases de ballet, acrobacia, consultas bibliográficas, videos y conversatorios con ex integrantes de antiguas carpas de circo; para finalmente estrenar el 2 de diciembre de 2005, Parque de sueños, que por las risas, los aplausos y las lágrimas del público tunero primero y los de casi toda la geografía nacional después, les decía que por ahí andaba su camino. Añádale a esto, las aprobaciones de conocedores del medio y los favorables comentarios de la crítica especializada.

Gerardo Fulleda León (PREMIO NACIONAL DE TEATRO) apuntó: Desde el primer momento advertí que algo sucedía en escena con Parque de sueños, que me mantuvo todo el tiempo alerta a lo que presenciaba. Esa oferta del grupo Teatro Tuyo de Las Tunas despertó en mí el ánimo por el buen quehacer escénico. Es esta una propuesta cuyo principal valor está asentado en una novedosa y precisa dramaturgia espectacular, que sabe diferenciar, matizar y crear sucesos y acciones que llevan la narración escénica a un desarrollo y clímax muy bien resueltos. El resultado es una excelencia interpretativa de conjunto. Así vamos de la risa, a la ternura, de la emoción al asombro, del sentir al razonar llevados de la mano por estos personajes hundidos en la cotidianeidad, quienes gracias a un descubrimiento inusual nos sumergen en el ámbito de las ensoñaciones. (2)

Luego Teatro TUYO, es seleccionado a participar con Parque de sueños a la oncena edición del Festival Nacional de Teatro de Camagüey. Posterior a sus presentaciones Marilyn Garbey, no pudo quedar indiferente a la gracia y eficacia de esa puesta en escena y resumió en su artículo del suplemento del evento camagüeyano; Gestus – 2: Teatro Tuyo sueña con cambiar el rumbo de la vida a través del arte. (3)

En la gala de premiaciones los integrantes de Teatro Tuyo subieron en seis ocasiones al escenario del Teatro Principal de la legendaria ciudad para recoger sus respectivos premios. Esos lauros, esquivaron los obstáculos de “un arroyo de piedras” (4) por donde casi siempre había navegado el teatro de Las Tunas.

Los premios:

• El jurado de la Asociación Hermanos Saíz, determinó reconocer el desempeño y rescate de la tradición del clown y por la vitalidad de sus actores, otorgaron el premio a la puesta en escena Parque de sueños.
• El jurado del Premio “Florencio Escudero” de la UNEAC, otorgó mención en actuación masculina a Yurisnel Pompa Roja, Yuri, por su desempeño en la difícil técnica de Clown y lograr una actuación depurada en el personaje Pedacito.
• El Jurado Central del Festival presidido por Corina Mestre e integrado por Alina Rodríguez Ruiz, Ariel Bouza Quintero, Otto Chaviano, Gerardo Fulleda León, José Roberto Gacio Suárez, Juan González Fiffe, Roberto Méndez Martínez, Juan Ramón Orol Cabrera, Julio César Ramírez Ojito y Jesús Ruíz, luego de presenciar y debatir las veinte obras concursante acordaron por unanimidad:

– Otorgar el premio de texto de teatro para niños y jóvenes a Parque de sueños, de Ernesto Parra Borroto.

– Premio de actuación Masculina en teatro para niños y jóvenes por su desempeño en Pedacito a Yuri Rojas.

– Mención por el personaje de Puchunga, a Yaneidis Hechavarría Gómez, Yany.

– Por la belleza poética que alcanza la recreación de los recursos expresivos en la técnica del clown, premio a la puesta en escena de Parque de sueños de Ernesto Parra.

Marielvis Calzada Torres: En la Revista Tablas 1/2007, apuntó: Parque de sueños es una propuesta atrevida, divertida y sobre todo, de una ternura implacable. (5)

Por el desempeño actoral, la elegancia del vestuario, por ser una obra esperanzadora, y los lauros alcanzados en los diversos certámenes donde participó este hermoso juguete teatral; Ernesto Parra Borroto recibió el Premio Caricato 06, que entrega la Unión de Artistas y Escritores de Cuba, UNEAC.

De esta forma, sin proponérselo, Parque de sueños se convierte en la puesta en escena más laureada de la historia del teatro tunero.

En el segundo semestre de 2008, Teatro Tuyo viaja a la República de Venezuela y allá llegan con uno de sus primeros espectáculos, La fiesta de los payasos, divertimento que es el medidor, es el visto bueno para empeños mayores a los que ingresan y comienzan en el mundo del clown, es lo que el colectivo denomina clowncontaminación, por lo que su importancia es vital en un colectivo que ha decidido como línea creativa precisamente el clown.

Al regreso de la misión internacionalista Teatro Tuyo estrena La Estación, espectáculo interpretado y dirigido por Parra, unipersonal que también transita por el camino del lenguaje extraverbal y la precisión del gesto. Pero según el propio Parra, La Estación es también analogía, que independientemente de lo que cuenta la fábula, es el momento que vive el grupo. De alguna manera es el simbolismo del liderazgo y la responsabilidad de trazar un camino, un destino y moverse hacia él, con lo que tienes. Apunto yo, La Estación es el eslabón continuador, es la lección que imparte el profesor, es la senda que quiere abrir el líder para sus seguidores. Por eso aquí encontramos un trabajo más riguroso desde la perspectiva y teoría sobre las posturas de cada tipo y las categorías que el director ha establecido – cómicas, absurdas, inesperadas, exageradas y ridículas – como postulados. Este espectáculo también logró ser elegido para asistir al certamen camagüeyano de 2010 y su interprete Ernesto Parra obtuvo Premio en Actuación Masculina. Sobre ese trabajo dijo la crítica:

Yoimel González Hernández en el boletín Gestus: El director y actor Ernesto Parra encanta por la limpieza de sus movimientos, la estudiada pauta vocal que evita rotundamente la palabra y la gracia para interactuar con los espectadores. Entre el chiste sugerido y el discurso del espectáculo, La Estación deviene teatro para disfrutar placenteramente. La Estación de Teatro Tuyo resulta refrescante en medio del calor sofocante de las tierras camagüeyanas. (6)

Osvaldo Cano 9 de junio, en la sección cultural del diario Juventud Rebelde, en el artículo A telón corrido en Camagüey. Apuntó:

Ernesto Parra en calidad de actor y director consigue con La estación una propuesta dinámica y divertida. Alcanza, por medio de la sencillez y la simpatía, a facturar un espectáculo muy bien recibido por el auditorio. Apoyado en un atinado trabajo con la máscara facial, gracias al cual es capaz de expresar pudor, alegría o sorpresa, el clown tunero sorprende a quienes hemos seguido su labor por el constante crecimiento que se percibe en sus producciones. (7)

Vivian Martínez Tabares, en el Volumen 4/2010 de Tablas en el artículo titulado Luces y sombras del teatro cubano en Camagüey 2010 expresa:

La Estación consigue revelarnos una mirada fresca a la técnica del payaso, al eludir simplismos, y se propone una filosofía de la risa apuntada a revelar, de manera sencilla, rasgos de conducta y de valores que sostienen la peripecia un tanto arbitraria del personaje, al enfrentar obstáculos y situaciones absurdas. (8)

Las Tunas volvió a estar representada en una nueva edición del Festival Internacional de Teatro de La Habana, en esta nueva oportunidad resultó ser La Estación, de Teatro Tuyo quien acudió a la 14 versión de esta fiesta vi anual efectuada entre los días 28 de octubre y el 6 de noviembre.

Isabel Cristina escribió en el suplemento Perro Huevero 4, un artículo llamado Una estación para la risa, en el que entre otras cosas dijo: Ernesto Parra logra definir el aspecto exterior de su clown a la vez que se esmera en proyectar una caracterización interior de su personaje, algo que ocurre pocas veces en espectáculos de este tipo, donde los personajes se reducen a nariz, zapatos y peluca. La Estación es una puesta sencilla y divertida que nos recuerda que el teatro es sobre todo, el actor y su público. Papote tiene un encanto singular y consigue una interacción verdadera con los espectadores, quienes no se resisten a sus reclamos. (9)

Por su eficacia, La Estación, resultó Mención Premio Villanueva de la Crítica 2010.

Luego tocó el turno a un espectáculo de grupo: Charivari, – desfile individual – que resultó ser más que el estreno con el que el colectivo Teatro Tuyo celebró su décimo aniversario, sino, que fue otro de los procesos transitorios. Y más importante aún, fue el espectáculo que concretó, reafirmó en la escena lo que hasta ese momento había sido experimento de laboratorio – la mezcla, la asunción de cada payaso en momentos que responden a otra naturaleza o tipo, o sea, todos son Tony, Arlequín, Cara Blanca, Augusto y Clown – en espectáculos anteriores, Charivari, demostró la eficiencia de esa forma de hacer clown. Además nació por la sentida necesidad de los actores de mostrar a los espectadores, sin glamur alguno, la exigente preparación que necesita un clown.

De Charivari Jesús Barreiro dijo: es una muestra de la gracia, la destreza y el dominio en la ejecución de una determinada variedad que integrada a otras, conforman un gran espectáculo. Sólo que aquí, en la puesta de Teatro Tuyo, la inteligencia y el buen gusto colectivo ha logrado hilvanarlas en una fábula, bien concatenada, donde no existen desbalances actorales, ni desproporciones en la dramaturgia espectacular. Algo muy difícil de lograr en una poética teatral de esta naturaleza. Ernesto Parra ha sabido encontrar y operar resortes extra verbales efectivos y necesarios para esta estética, que le dan la posibilidad a los receptores de descodificar los mensajes, interpretarlos, interiorizarlos y disfrutarlos. Considero válido el reto de los integrantes de Teatro Tuyo, de revindicar al clown a través de espectáculos, inteligentes, bien pensados y de buen gusto, como es el caso de Charivari. (10)

Teatro Tuyo también ha querido hacer su propia saga, y en su afán de que prolifere el clown sin ser desdeñado, han creado talleres, temporadas, etc. La puesta en escena Narices es fruto de ese empeño. Primero resultó manufactura de una veintena de talleristas, luego, idea reelaborada y llevada a un colectivo donde se mezclan tres generaciones, pero ya clown contaminados, donde cada uno trabaja su individualidad. Además desde las perspectivas, las reglas, el hábito, la historia de Teatro Tuyo tocaba el turno a un espectáculo grandilocuente. Y así fue, la escenografía, la utilería, el vestuario y las actuaciones respondieron a ello. De Narices dijo la crítica:

Bárbara Carmenates, en sus palabras del catálogo de la exposición Rostros de Payasos, expresó: para Teatro TUYO el mayor deseo de que perdure por mucho tiempo su franca relación con el público, ese toma y daca entre ambos, su capacidad de situarse – y situarnos – justo en la cúspide del optimismo, en el lado positivo de la vida…. (11)

Alain Orlando Rodríguez Roca, escribió el artículo Si a Ud le falta la nariz, para el sitio web del CPAE de Las Tunas, y entre otras cosas apuntó Narices: será un sombrero de mago, del cual todo el público que asista saldrá amigo mío, como he salido yo, mejor, mejor persona de lo que ayer pude haber sido. (12)

Narices se presentó al riguroso Comité de Selección Camagüey 2012, fue escogido y realmente muy bien recibido, por el público y la crítica, esta última dijo:

Marilyn Garbey en la segunda sección del espacio Trueque de la Crítica y la Escena expresó: Narices es esperanza, es la respuesta a esa pregunta que se está haciendo hoy la ASISTEJ en Cuba, sobre el teatro que quieren ver nuestros niños y nuestros jóvenes. (13)

Blanca Felipe en el Boletín Gestus 3: Teatro Tuyo de Las Tunas vino a enaltecer una variante escénica tremendamente vapuleada en la escena nacional. Resultan claro las herramientas que Ernesto Parra y sus actores explicitan de la especialidad del clown, dígase gestualidades, actitudes, maneras de andar, repeticiones, simetrías, hipérboles, el placer del disparate, la sorpresa, la importancia del objeto metamorfoseado y trastocado en sus estructuras e interacciones con el público. (14)

La sabiduría popular afirma que el que persiste triunfa, y el que siembra cosecha, hoy muchos de los jóvenes tuneros que estudian actuación quieren probar sus potencialidades con Teatro Tuyo, quizás algunos atraídos por la difusión de los premios conseguidos o por el bullicio alrededor de sus estrenos. Otros porque realmente creen en la línea estética de Parra y sus actores, la realidad es que la semilla ha germinado, un ejemplo es GRIS, el último estreno del colectivo, otro de esos trabajos llamados preparatorios, acondicionadores, precedentes para futuros caminos, donde la dirección del colectivo insertó a la estudiante Yanisleidys Oquendo Pupo, quien cohabitaba con sus integrantes temporalmente, ella, durante su estancia afirmó y demostró que su atracción por este género fue precisamente por la praxis de Teatro Tuyo.

La ética obliga a no ser juez cuando se es parte, esta recopilación de muchas de las opiniones del trabajo del grupo demuestra mi cercanía a ellos, pero no pude quedar indiferente ante la sencillez y reflexivo montaje, que de forma inteligente alude a la importancia del cuidado del medio ambiente. Sobre este nuevo guión teatral que vuelve a negar la palabra y se apropia del gesto preciso, escribí para El Tanden, de Tablas – Alarcos: Desde la premisa del divertimento, GRIS es una idea con escasa dramaturgia, pero significativa por su operatividad, ya que los intérpretes no transitan por los diferentes tipos de payasos, sino, que acude al carácter individual de los personajes enrolados en la trama y cada uno por medio de sus potencialidades coayudan al avance de la puesta en escena. GRIS, es un espectáculo a todo color, en contraposición del significado semántico de la palabra y solamente es el absurdo pretexto para un título, que da prolongación a los singulares códigos creativos de Teatro TUYO. Rara Avis en el panorama teatral cubano cuando de clown se trata, género con el que muchos mercadean y otros tantos desdeñan. (15)

Teatro Tuyo con quince años de quehacer artístico, empeñados en redimir al clown cubano desde Las Tunas – para ser más universales acotaría Guillén – afincándose al choteo como una de las esencias del teatro popular cubano, llevando a la escena su propia verdad, su verdadera historia, con la perenne idea de autoformarse y superarse para alejarse del facilismo, de lo cómodo, donde desde lo absurdo el actor escudriña respecto a su propio yo – payaso y realizan una profunda investigación acerca del vestuario y el maquillaje que deben llevar, siempre en correspondencia con su óvalo facial, y en función de los personajes de los payasos – actores, que se enfrentan a dramaturgias fragmentadas pero coherentes. Esos postulados han sido su acto de fe, los que han hecho posible los favorables comentarios aquí expuestos, que para nada resultan simple coincidencia y mucho menos bonanza y comunión de los que han hecho uso del criterio para con este grupo del interior del país, acérrimo defensor de la técnica del clown, que mediante una poética sencilla deviene propuesta para todos – la niñez, la juventud y los adultos – porque sus temas, sus enseñanzas, no se limitan aunque tengan mayor carga infantil.

Ellos no se han propuesto ser pioneros de esta forma de hacer el clown en Cuba, pero sí puedo asegurar que la sutileza, la reflexión, la delicadeza, el altruismo, la emoción, la diversión siempre serán sus premisas para enaltecer al payaso.

Bibliografía:

1 – Valiño Cedré Omar, Revista Tablas 3/2005
2 – Fulleda León Gerardo, Tabloide Entre Telones 30/3/2006
3 – Garbey Marilyn, Suplemento Gestus 2, 11 Edición Festival Nacional de Teatro de Camagüey.
4- Del Risco Peña Lázaro, Texis de Grado de Teatrología 29/11/2011
5 – Calzada Torres Marielvis, Revista Tablas, 1/2007
6- González Hernández Yoimel, Parada La Estación en Camagüey, Boletín Gestus 2, 12 Edición Festival Nacional de Teatro de Camagüey.
7- Cano Osvaldo, A telón corrido en Camagüey. Sección cultural Juventud Rebelde, 9 de junio de 2010.
8 – Martínez Tabares Vivian, Luces y sombras del teatro cubano en Camagüey 2010, Revista Tablas 4/2010.
9 – Isabel Cristina, Una estación para la risa. Boletín Perro Huevero 4, 14 Edición Festival Internacional de Teatro de La Habana.
10 – Barreiro Yero Jesús: Trabajo inédito.
11 – Carmenates Bárbara, Palabras catálogo Exposición Rostros de Payasos.
12 – Rodríguez Roca Alain Orlando, Si a Ud le falta la nariz. Pag. Web CPAE Las Tunas.
13 – Garbey Marilyn, Segunda sección del espacio Trueques de la Crítica y la escena, Festival Nacional de Teatro de Camagüey 2012.
14 – Felipe Blanca, Gestus 3, Festival Nacional de Teatro de Camagüey 2012.
15 – Estrada Segura Alberto Carlos, GRIS: absurdo pretexto para un título, Oficio de la Crítica, El Tanden, Tablas – Alarcos 24/6/13.

Entrevista a Ernesto Parra director de Teatro Tuyo

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Un niño que no ha parado de jugar

Entrevista con Ernesto Parra, director artístico y general del Teatro Tuyo, de Las Tunas.
Por Rubén Darío Salazar

Comedido, optimista, intuitivo.Todas estas particularidades podrían describir a Ernesto Parra, el director artístico y general del Teatro Tuyo, de Las Tunas, un grupo asentado muy lejos de la capital, pero cercano al mejor laboreo que en el terreno del teatro para niños se realiza en nuestro país. Hace unos cuantos años que lo conozco y no dejo de sorprenderme con sus propuestas escénicas, signadas por la técnica del payaso o clown, personajes siempre enfrentados a situaciones extremas, que luego resuelven con empeño y un candor especial. En gira por Matanzas con el espectáculo Gris, no quise perderme la oportunidad de entrevistar a este colega que no solo admiro, sino que también aprecio. Saber de sus obsesiones y sueños creativos es la posibilidad de conocer por dentro a Teatro Tuyo y al propio Parra. Comenzaremos hablando de Parque de sueños, la premiada puesta en escena que en 2006, los colocó entre las agrupaciones más prestigiosas de la isla.

I

Un espectáculo sin pretensiones

Al principio Parque… se iba a llamar El circo de los payasos. Fue concebido como un sencillo e insignificante espectáculo de variedades para llevar a los municipios, tenía que ser bien cómico. Eran estas las únicas pretensiones. Sin darme cuenta, yo mismo estaba subvalorando y minimizando, como otros tantos hacen, el arte del clown. Por suerte, ese año participé en el evento Magdalena Sin Fronteras, en Santa Clara, y allí conocí a Ana Correa, actriz del grupo peruano Yuyachkani y al actor noruego Lars Vik. Luego vino el Festival Internacional de Teatro de La Habana, donde conocí a Sören, el director de Batida Teatro, de Dinamarca, y al actor chileno Álvaro Solar. Todos ellos, junto Freddy Núñez -mi hermano mayor, otra historia y otra entrevista, director del camagüeyano Teatro del Viento-, Argos Teatro, Buendía, Teatro de La Luna y Las Estaciones, se convirtieron en mis referentes, en mis paradigmas. Luego recordé que de niño no me perdía la comedia silente que narraba Armando Calderón, que me sabía las canciones del payaso Trompoloco. Evoqué cuando mis padres me llevaron a una función del circo soviético y allí estaba Popov. Todo despertó en mí, reapareció el inquieto niño que jugaba poniéndole voces a sus soldaditos, que construía múltiples historias y las vivificaba con ellos. Desde entonces no he parado de jugar. En el parque que está situado frente al Centro Cultural Bertold Brecht, en la capital, comencé a escribir Parque de sueños. A mi regreso del festival habanero ya lo tenía concebido todo, los sistemas de entrenamiento, la investigación, banda sonora, diseños, en resumen, toda la puesta en escena, enriquecida después con el aporte de los actores. Cuando ya estaba por estrenarse, recuerdo que alguien del consejo de artes escénicas de mi provincia me preguntó ¿Qué es lo que le van a presentar al comité de selección del Festival Nacional de Teatro de Camagüey?… Juro que respondí sin dudas: Parque de Sueños, y luego añadí: ¡Sin ningún complejo! Esa expresión es la que ha signado todos estos años de trabajo. Es importante creer en lo que haces, ese compromiso, responsabilidad y entrega incondicional es lo que hace que otros crean en ti.

II

Los premios solo muestran un camino

Recuerdo Parque…como una avalancha de elogios, comentarios favorables y como bien dices una cantidad de premios significativos. Ellos nos dieron la posibilidad de varias cosas, darnos a conocer en el contexto nacional, encontrar una línea de trabajo y volver a ubicar, después de muchos años de ausencia, a Las Tunas en el mapa escénico cubano. Pero sobre todo fue un momento para comenzar a crecer y a madurar artísticamente, aunque no todos los integrantes del grupo comprendieron que un premio sirve para mostrar un camino, para consolidar que el que llevas no está errado o para muchas otras cosas, pero nunca para creer que un premio, aunque sea el Nobel, es la meta. Imagínate que el día que regresamos del festival de Camagüey y nos bajamos de la guagua al local donde teníamos la sede, nadie del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, ni de la Dirección Provincial de Cultura nos estaba esperando, de hecho, ni la llave para guardar nuestras cosas aparecía. Allí nos quedamos, en la acera, como tres horas, con nuestros trofeos y los baúles de la escenografía. Para colmo, como a los 4 meses de aquel suceso nos cerraron el local. Nos quedamos durante un año sin sede, no teníamos ni siquiera un espacio para guardar las cosas. Pensé mucho en los premios obtenidos, se convirtieron solo en un punto de partida, en nuevo impulso, responsabilidad, mayor entrega a tu público y a tus colegas, y por consiguiente a ti mismo, pues en cada obra das una parte de tu vida y recibes mucho más.

III

La deuda de La gallina Turuleca

La gallina Turuleca es una deuda que aún tengo conmigo mismo. Es un texto de mi autoría, posteriormente lo he titulado Nido. Trata el tema del éxodo, pero desde la perspectiva de los que plantean que la única manera posible de triunfar es dejando tu tierra. A mí me duele mucho cuando algunos tuneros por las calles nos felicitan por nuestros resultados y nos preguntan que cuándo nos vamos a marchar para La Habana, que allí “nos irá mejor y triunfaremos de verdad”. Lo mismo siento cuando estamos en gira por otras provincias y creen que somos de La Habana. También nos ha sucedido que hemos estado en La Habana de temporada y creen que somos de otro país. Es una historia que creo no estar listo aún para contar. Como es un tema tan escabroso, prefiero dejarlo en el tintero y seguir siendo tunero… ¿rima no?

IV 

¿Títeres o clown?

El teatro es una suma de experiencias artísticas y humanas. Cuando uno descubre, a partir de esas vivencias, cuales son tus esencias artísticas, las herramientas que mejor utilizas, con las que te sientes más realizado y puedes soñar a todo color, entonces debes dejarte llevar por ese impulso. Eso es lo que ha pasado con el clown en mí. Al títere debo agradecerle haber llegado a través de él al teatro que quiero hacer, a tener un sistema de entrenamiento, a ir en pos del dominio de la técnica y buscar su virtuosismo. He tomado del títere sus esencias, como lo he hecho con la pantomima o la danza. La mezcla de esas artes es el producto artístico de los espectáculos de Teatro Tuyo. Aunque algunos no me entiendan y me lo tengan guardado, quiero reiterar que el títere ocupa un lugar sagrado en mí, y a él acudo como fuente de inspiración, aunque en vez de animar figuras me ponga una nariz roja.

V

Una Estación necesaria

La Estación para mí es más que un espectáculo. Es autoanálisis y consolidación. Tras el éxito de Parque…, casi todos los actores, por diversas razones, abandonaron el grupo. Me quedé solo con Yani y Yaima. Luego entraron Leyder y Alejandro. Me pregunté: ¿Cómo guiar a esta nueva tropa, que mezcla a actores experimentados con novatos? Repasé entonces mis referentes teatrales. Llegué a la conclusión de que todos han sido y son todavía líderes de sus colectivos, del teatro que defienden. Ahí estaba la respuesta. Debía montarme en la carriola y enrumbar el nuevo destino desde las tablas. Me inspiré en la soledad que posee el actor, imaginé un ser sin más compañía que la de su público y muy pocos recursos escénicos. Si Parque… fue un hallazgo para mí, La Estación se tornó en camino y guía, pues aún con todos los contratiempos que implica viajar, aunque el tren no se detenga, muchos se bajen de él, o la carriola se rompa, nada impide que mi personaje Papote llegue a su destino.

VI

La vida y el destino son increíbles

Me gusta llegar al teatro y ver que todo el equipo se saluda de verdad, se interesa por el problema del otro. Me encanta que la gente se quiera, discuta, perdone y se acepte. Sin pretenderlo, cada espectáculo realizado, no solo cuenta desde su dramaturgia una historia, si no que como dice Omar Valiño, hace que nos vayamos contando como grupo. En Parque… los payasos soñaban con ser artistas, nosotros con tener una sede propia. En La Estación, Papote enrumbaba su camino y al mismo tiempo yo lo hacía con el grupo. En Narices, los payasos se quitan sus narices para convertirlas en semilla y hacer que germine un árbol lleno de estas. Nosotros nos hemos propuesto desde nuestra existencia teatral hacer que este género prolifere, pero a niveles superiores, tanto artísticos como profesionales. Un punto en común en Parque… y Narices fue el proceso, en toda su dimensión. Con ambos espectáculos crecimos humana y artísticamente. La gran diferencia está en el elenco. Te puedo asegurar que hoy tengo actores más comprometidos con mis ideas y mis verdades, que también han hecho suyas. El ejemplo mejor es que del elenco de Parque… casi ninguno esperó el próximo montaje, se fueron antes… en cambio, con el elenco actual hicimos Narices, luego Gris, La noche, Caminantes y mira, retomaremos para fines de año Parque de sueños. La vida y el destino son increíbles ¿verdad?

VII

Dramaturgia, música, diseño y actor

Yo parto siempre desde la dramaturgia, para mí ahí radica todo, o para decirlo de otra manera es la principal materia prima. Soy tan obsesivo, que tal vez por eso, hasta este momento, solo he montado lo que yo mismo he escrito. El gran reto de siempre es contar desde la extraverbalidad, y lo hago en primer lugar porque los temas y el desarrollo de mis historias no necesitan de la palabra para ser contadas. No es que niegue la importancia de la palabra, pero como el teatro es en primer lugar acción, ella me lleva al movimiento, de ahí al gesto limpio y preciso, como cualquier verbo o adjetivo dicho desde una perfecta dicción y proyección. La música viene a apoyar las imágenes que van pasando por mi mente, reordenan atmósferas, acciones, transiciones. Puedo decir que la música es un personaje importante dentro de mis historias, les da voz a los personajes. El diseño también llega en forma de imágenes. Cuando comienzo la escritura, van apareciendo las melodías, y por supuesto las formas de vestuario, color, texturas, materiales, la utilería y los “cacharros”, como cariñosamente denomino a los accesorios, junto a toda la aparatura escénica que inventamos para cada puesta. Y digo todo esto teniendo el inconveniente de no saber dibujar ni con los rasgos de un niño de primaria. No se si es por mi condición de zurdo o porque no podemos ser “perfectos” (ja, ja, ja), por eso me auxilio de Yaima, y últimamente de Alejandro, son ellos los que van dibujando lo que tengo en la cabeza, como hacía Benny Moré con su arreglista musical. Y como colofón está el actor, centro de todo espectáculo teatral, quien tiene la importancia de vivificar en la escena, desde su cuerpo, su mente y sus emociones, las imágenes e ideas. Es por ello que poseemos una disciplina técnica, entrenada con nuestras propias herramientas, métodos, conceptos, preñados de aciertos y desaciertos que nos permiten movernos desde la práctica a la teoría y viceversa. Todo realizado desde mi intuición y empirismo, pues no soy graduado de otra cosa que no sea técnico medio en servicios gastronómicos, y a mucha honra, porque fui el título de oro de mi año de estudios.

VIII

Payasos y teatro para niños en Cuba

El arte del payaso en el teatro para niños de la Cuba actual, está, lamentablemente, muy maltratado, muy deshecho. En primer lugar, nos ha afectado la subvaloración de muchos que creen que solo basta con el disfraz. Algunas de estas personas pertenecen a las mismas instituciones que nosotros y para colmo tienen la misma evaluación artística y perciben el mismo salario. En segundo lugar, está el mercantilismo, el cual contribuye a que cualquiera sea “payaso”, pues dentro del listado de los oficios por cuenta propia, aparece el de animador de fiestas infantiles o payaso. Con un sello de cinco pesos y el pago de una cuota mensual, cualquiera obtiene un permiso para maquillarse. Lo que nos cuesta a nosotros horas, días, años, otros lo obtienen con solo hacer una pequeña cola. Para redondear el problema, la Escuela Nacional de Circo, sacó de su plan de estudios esta modalidad. Cuando presentamos nuestros espectáculos, muchos se acercan con curiosidad eufórica, locos por experimentar y te pronuncian la palabra clown con una convicción que hasta les llego a creer. Cuando les cuento un poco como trabajamos, los que se acercan se dividen en dos bandos, los que te dejan con la palabra en la boca porque se aterrorizan y quienes te dicen que el año que viene los verás con un espectáculo que va a llevarse todos los premios, como si el teatro fuera un deporte olímpico. Pero pasa el tiempo y nada, no los ves. Vuelvo a caer en la cuenta de cuán solos estamos en el noble empeño de dignificar el arte del clown. En estos años, hemos compartido con algunos colegas que han producido espectáculos con valores clownescos, pero lamentablemente eso no ha perdurado. Cada vez me convenzo más, y vuelvo a la analogía deportiva, que el teatro no es una carrera de velocidad, sino de resistencia. Muchos se inscriben, están quienes ni comienzan la carrera, algunos se cansan por el camino, y muy pocos llegan a la ansiada meta con fuerzas para levantar el trofeo. Dice el refrán popular que una o dos golondrinas no componen verano, por eso nosotros queremos volar bien alto, no cansarnos nunca, para que no se extinga eso en que tanto creo.

 IX

Contando historias y tocando corazones

En los últimos años he notado una especie de “pereza artística” en el teatro para niños y de títeres cubano. Muchas agrupaciones no producen como antes, y no me refiero a la calidad de sus propuestas, sino también a la cantidad y continuidad. Solo algunas compañías mantienen un trabajo constante en la última década, labor que se ve reflejada en su participación en los festivales de La Habana y Camagüey, en el disfrute de sus puestas, validadas efusivamente por el respetable. Creo que al igual que el país cambia, el teatro y sus estructuras no debieran quedarse atrás, y no hablo solo en referencia a lo artístico, sino a lo organizativo y jerárquico. Es obligación y responsabilidad de todos, encontrar vías que protejan, promuevan y estimulen a los colectivos que en los últimos años, o desde su misma creación, han seguido contra viento y marea enfrentándose a los mismos problemas de otros, pero sin perder rigor, disciplina, un repertorio, la creación viva y auténtica. No es justo que todos estemos medidos por la misma vara, con los mismos presupuestos y dividiendo a partes iguales los pocos recursos con que cuentan las instituciones escénicas provinciales. Teatro Tuyo ha tenido la oportunidad, nacida de nuestros esfuerzos y de la seriedad con que asumimos cada proceso, de participar desde el 2006 hasta la fecha, en las citas más importantes del teatro nacional. Con modestia tunera, pero sin complejos orientales, irrumpimos en el panorama teatral con una propuesta diferente, aunque igual en la energía de quienes han hecho y hacen la historia del teatro cubano. ¿Cómo trabajar sin advertir la humildad de Fiffe y sus Andantes, o no constatar la pasión desbordada y pulcritud de Freddy Núñez y sus buenos Vientos, o el ingenio y talento de Christian Medina desde su Teatro Retablos o, sin alardes de adulonería con ustedes, el buen gusto y maestría del binomio Rubén Darío-Zenén Calero, inspirados desde sus Estaciones? El teatro es uno solo, hay quienes lo hacen con sus cuerpos, otros con máscaras, otros con figuras y nosotros con narices. Ahí estamos, contando historias y tocando corazones.

X

Siempre falta más

A veces digo que me puedo morir tranquilo, feliz, satisfecho. Entonces me vienen a la mente tres o cuatro proyectos, ideas para nuevos espectáculos. Ahora mismo tengo muchas más obras por estrenar que las que he dado a luz. Un buen amigo, al que quiero mucho, me dijo un día que nunca estrenara sin tener pensado el próximo espectáculo.Y fíjate si he seguido al pie de la letra sus palabras, que las últimas veces que nos han avisado de que estamos seleccionados para el festival camagüeyano, nos ha sorprendido la grata noticia en la preparación del nuevo estreno. Lo hemos alcanzado todo, pero siempre falta más. Estoy ajustando los detalles para nuestro próximo trabajo. Reordenamos algunas cosas y espacios de nuestra sede, en el orden de lo constructivo y tecno escénico. Nos preparamos para girar por algunas provincias del centro del país. Nos alistamos para el Festival Nacional de Teatro de Camagüey. Al regreso debo estar comenzando el remontaje de Parque… y paralelo a eso, estaré montando la segunda parte de La Estación, que más bien viene siendo la primera parte, pues aquí narro lo que sucede antes de que Papote salga para la estación ferroviaria desde su casa. Cada nuevo proyecto me produce la misma sensación. Estoy frente a lo inesperado, lo desconocido. Siento que es mi primera obra y que nunca antes he hecho nada. Por eso me aventuro y le doy riendas sueltas a este juego, donde por un lado el niño que sigo siendo se divierte a plenitud, y por  otra parte el artista sabe que este juego también comunica ideas, toca temas sensibles donde muchos se ven reflejados, y a la vez cargo la responsabilidad de que cada espectáculo sea diferente y auténtico, siempre desde el clown que amo y defiendo.

XI

Los sueños de Ernesto Parra

Ernesto Parra, el hombre, sueña con lo mismo que Ernesto Parra, el artista. Me resulta difícil dividir ambas cosas, pues vivo para hacer teatro y a la vez el teatro me hace vivir. Sueño que las personas seamos más tolerantes, que sepamos perdonar y olvidar. Sueño con la unidad de tantas familias separadas, con ver mis hijos crecer y convertirse en personas útiles y de bien. Continúo con mi utopía de que alguna vez la técnica del clown forme parte de la enseñanza artística, y que aunque sigan pululando los mercantilistas disfrazados, el clown se erija con toda su grandeza en alguien que desde la humildad que implica provocar emociones, pueda tocar el corazón a través de una sonrisa.

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