Este texto contiene partes del articulo “Humor and Health Promotion”
y textos propios derivados de entrevistas a organizaciones de payasos de hospital.
Es probable que los payasos hayan trabajado en hospitales desde la época de Hipócrates, ya que los médicos de esa época pensaban que un buen estado de ánimo influía positivamente en el proceso de curación. Sin embargo, la presencia continuada de payasos profesionales que trabajan en hospitales como parte del equipo de atención médica se remonta a 1986, cuando Karen Ridd en Winnipeg y Michael Christensen en Nueva York, independientemente el uno del otro, comenzaron la práctica del payaso en amplios hospitales pediátricos.
Karen Ridd (Robo the Clown), especialista en vida infantil, fundó el primer programa canadiense de payaso terapéutico en Winnipeg Children’s Hospital.
Leé o descarga el artículo (en inglés) sobre Karen Ridd en el Dropbox de Clownplanet.com
Casi al mismo tiempo, Christensen, un famoso payaso de Big Apple Circus, estable en Nueva York, fundó Big Apple Circus Clown Care. Esto fue fundado después de que el hermano de Christensen (otro payaso que trabajaba en el Big Apple Circus) fue hospitalizado por cáncer en el Presbyterian Hospital, en Nueva York. Durante su estadía en el hospital, fue visitado con frecuencia por sus colegas que llegaron a su habitación vestidos con su traje de payaso habitual. El personal médico notó que la llegada de payasos al hospital tuvo un efecto beneficioso en los otros pacientes hospitalizados: estos visitantes extraños y peculiares entretuvieron a los pacientes y los hicieron reír. El resultado más significativo de estas visitas fue que los pacientes se sentían más felices y, a medida que mejoraba su estado de ánimo, necesitaban tomar menos medicamentos.
Desafortunadamente, el hermano de Christensen murió, pero antes de morir, le regaló una bolsa de cuero para doctores. Después de la muerte de su hermano, Michael comenzó a preguntarse qué uso podría darle a esa bolsa y decidió usarla para actuar como un payaso doctor en el hospital.
Tuvo la idea de hacer un espectáculo que pudieran ver todos los que en el hospital pudieran salir de sus habitaciones e ir al auditorio. Los niños que podían salir de su cuartos fueron a ver el espectáculo, que fué un éxito.
Después se preguntó como podría hacer para que los niños que no podían salir de sus habitaciones y no habían podido ir al auditorio también disfrutaran de su espectáculo, y se le ocurrió presentarse en las habitaciones como un nuevo médico del hospital. Se puso una bata blanca sobre su vestuario y iba haciendo trozos de su espectáculo de habitación en habitación.
En 1986, la primera pareja de doctores payasos ingresaron a las salas del hospital y comenzaron la primera intervención de terapia de payasos en los Estados Unidos.
El Dr. Stubbs y todos los artistas de Big Apple Circus crearon momentos de placer para animar a los niños a permanecer durante su hospitalización en las salas pediátricas. Luego encontraron la primera Unidad de Cuidados Clown (una unidad de apoyo estable formada por payasos). Este evento fue seguido por otros payasos en Boston, Los Ángeles, San Francisco y en todo Estados Unidos.
En unos pocos meses, se llevaron a cabo otros 17 proyectos en hospitales pediátricos distribuidos en todo el país, en los que participaron alrededor de 90 payasos profesionales y 200,000 pacientes.
Estas experiencias sirvieron como catalizadores para muchos programas en todo el mundo, por lo que se crearon otras asociaciones de payasos terapeúticos en Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, Suiza, Austria, Canadá, Australia y Brasil. Y siguió creciendo. Un buen número de payasos profesionales abandonaron el mundo del circo y empezaron a trabajar como payasos terapeúticos en hospitales y centros de atención médica.
Algunos payasos de hospital sencillamente entretienen, mientras que otros son payasos terapéuticos que se integran en los equipos profesionales del hospital.
Los PupaClown en España, o los Dream Doctors en Israel (por poner un par de ejemplos) trabajan a la par con el médico. El payas@ se reune con el médico y preparan las visitas, o recibe un informe (el mismo que el medico, el anestesista o los enfermeros). Colaboran en intervenciones difíciles; son llamados para eso. Tienen turnos horarios en el hospital como si fueran médicos. En algunos casos hasta que no llega el payaso, no se hace la intervención, porque es importante que esté el payaso.
Los payasos terapéuticos son artistas profesionales seleccionados, no solo por sus habilidades de payaso (como la magia, la música y la narración, con las cuales consiguen involucrar a los niños lo que a menudo les permite lidiar con emociones y situaciones como el miedo, la ansiedad, la soledad y el aburrimiento que pueden experimentar mientras están en el hospital), sino también por sus cualidades personales de comunicación, compasión y empatía que utilizan para complementar a los médicos, lo que les permite desempeñar un papel integral en el equipo de atención pediátrica, trabajando en conjunto con el personal del hospital.
Como dice Wendy Ramos… “Cuando visito un hospital como payasa no veo al enfermo, no veo a la persona. Y a una persona a la que miran todo el tiempo como un enfermo eso le resulta muy liberador.”
Hoy en día los payasos de hospital trabajan practicamente en todas las areas de un hospital. Desde neonatos, nefrología, dermatología, cárdio, traumatología, unidad de quemados, hasta oncología o cirugía.
En el año 2015 en Buenos Aires (Argentina) se aprobó una ley que obliga a contar con payasos en las unidades pediátricas de los hospitales. http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-14726.html
Otra cosa es que la ley se cumpla, claro, pero es un primer paso y el primer país que aprueba una ley al respecto.
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