«Quieren hacerse fotos, intentan repetir trucos de magia…». Bet Berenguer, artista de Payasos Sin Fronteras, cuenta a Gaceta.es cómo se lucha contra el estigma del ébola en Sierra Leona, «país paralizado desde hace ocho meses».
Su pasaporte es una dicharachera nariz roja, viajan vestidos de solidaridad y llevan la maleta llena de risas y sonrisas. Cuando atienden a GACETA.ES, acaban de llegar a Barcelona, procedentes de Sierra Leona, uno de los tres países del mundo más azotados, aún hoy, por el ébola. Vienen de vivir en primera persona, además de una «experiencia única», un «conflicto muy especial». No obstante, es la primera vez que la ONG Payasos Sin Fronteras -que el pasado 26 de febrero cumplió 22 años- lleva su encomiable labor a un escenario con una epidemia de este tipo. De vuelta a casa, el balance es más que positivo: «La risa es una medicina. Conseguimos que durante 40 minutos se olviden un poco de lo que les ha pasado», cuenta Bet Berenguer.

Después de 22 espectáculos en el país africano, regresan a España con la satisfacción de haber llevado oxígeno a unos siete mil sierraleoneses, entre niños, jóvenes y adultos, que necesitaban respirar, después de ocho meses viviendo una vida monopolizada -y dominada- por el virus: «El ébola para ellos ya existía, aunque nunca habían vivido una epidemia como esta. Y hay que recordar que es un país en el que la enfermedad y la muerte, incluso por hambre, están muy presentes», narra la artista.

Pero esta vez el maldito bicho fue un paso más allá: «Durante estos meses el país ha estado totalmente paralizado; han cerrado los colegios, los ciudadanos no podían desplazarse de una ciudad a otra, se prohibieron las actividades colectivas…». No obstante, Sierra Leona es el país que en los últimos meses ha sabido qué es un toque de queda y qué es una cuarentena; el país que ha sentido cómo el ébola avanzaba sin contemplaciones fuera de control y que incluso vio cómo las fiestas navideñas desaparecían de sus calles. «El impacto ha sido muy fuerte», explica Berenguer, que añade que «otras enfermedades han quedado ladeadas. Ahora tienen que recuperar la normalidad y el país».

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